TÚ DEJASTE TU TRONO Y CORONA POR MÍ
Tú dejaste tu trono y corona por mí,
Al venir a Belén a nacer;
Mas a ti no fue dado el entrar al mesón.
Y en establo te hicieron nacer.
Coro.
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo!
Pues en él hay lugar para ti;
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo! ven,
Pues en él hay lugar para ti.
Alabanzas celestes los ángeles dan,
En que rinden al Verbo loor;
Mas humilde viniste a la tierra, Señor,
A dar vida al más vil pecador.
Siempre pueden las zorras sus cuevas tener,
Y las aves sus nidos también;
Mas el Hijo del hombre no tuvo un lugar.
En el cual reclinara su sien.
Alabanzas sublimes los cielos darán.
Cuando vengas glorioso de allí.
Y tu voy entre dirá: “ven a mí,
Que hay lugar junto a mi para ti”