QUÉMAME
Quisiera comprender, porque Dios me eligió
para hablar a Moisés aquella humilde zarza
plantada en el desierto habiendo tanta flor
La voz de su presencia la llama de su gloria
ente sus hojas ardió
//y parado en una zarza//
al mundo se mostró
//Quémame, quémame
Quémame tan solo una vez//
No puedo imaginar, porque Dios me eligió
si no soy el mejor. Delante de sus ojos
tanto nos parecemos aquella zarza y yo
//No lo hubiera creído,//
que Dios me quisiera amar.
//Si una zarza pudo arder//
arder quiero yo también.
//Quémame, quémame
Quémame tan solo una vez//
Hay tanta zarza triste plantada en el camino
que nadie mira ya. Los vientos del desierto
la golpearon, la quebraron y casi muerta esta.
Pero si vales poco o si no vales nada
el cielo no se olvidó
//aunque seas una zarza//
te sigue mirando Dios.
//Quémame, quémame
Quémame tan solo una vez.//