EL PEREGRINO (I)
Un día por las montañas
apareció un peregrino
apareció un peregrino.
Se fue acercando a las gentes
acariciando a los niños [bis].
Iba diciendo por los caminos:
Amigo soy, soy amigo.
Sus manos no empuñan armas,
sus palabras son de vida
sus palabras son de vida.
Y llora con los que lloran
y comparte la alegría [bis].
Reparte el pan con los pobres
a nadie niega su vino
a nadie niega su vino.
Y está junto a los que buscan
y consuela a los mendigos [bis].
Y los hombres que lo vieron
contaban a sus vecinos
contaban a sus vecinos.
Hay un hombre por las calles
que quiere ser nuestro amigo
que quiere ser nuestro amigo.
Hay un hombre por las calles
que lleva la paz consigo [bis].