SALMO 129
Yo pongo mi esperanza en ti, señor
y confío en tu palabra.
Desde lo más hondo te invoco Señor,
escucha mi voz;
estén tus oídos abiertos
al clamor de mi plegaria.
Si llevas cuenta de las culpas,
quién podrá resistir;
pero Tú perdonas, Señor,
yo temo y espero.