SALMO 21
DIOS, MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?
Los que me ven, se burlan de mí,
hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo:
“Confió en el Señor, que él lo libre;
que lo salve, si lo quiere tanto”
Me rodea una jauría de perros,
me asalta una banda de malhechores;
taladran mis manos y mis pies.
Yo puedo, contar todos mis huesos
Se reparten entre sí mi ropa
y sortean mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme.
Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos,
te alabaré en medio de la asamblea:
Alábenlo, los que temen al Señor;
glorifíquenlo, descendientes de Jacob;
témanlo, descendientes de Israel.
Autor(es): Oscar Pirez