Apure, que esta garbiando
Caminando voy sin rumbo
con un recuerdo en la huella
ya se va acabando el día
y mi caballo resuella.
Los tres solos con la sombra
como atadita a los tientos:
compañera de mi poncho,
que lo deflecan los vientos.
Sólo el silbo estoy dejando,
a lo largo del camino;
cuesta arriba sigo andando,
como cuerpeando al destino.
Algún sauce le hará techo,
llorando porque no olvido,
que mi rancho está muy lejos
y soy jilguero sin nido.
Es la suerte del resero,
viejo arreador de penas,
buscar entre las quebradas
agüita fresca en las peñas.
Y la noche así me encuentra
solito como el crespín,
buscando el amor del fuego
y entre recuerdos vivir.
Apure el andar amigo,
parece que me dijera
el murmullo de la acequia
y el llanto de las espuelas.
Apure que está garbiando,
dentro y fuera de mi alma:
el rastro se va borrando
y el viento no me da calma.
Autor(es): Hector José Zambrano