Josefina
Bien sabes Josefina que al conocer tu imagen
juré amarte siempre con todo el corazón,
y me hallé cautivado desde aquel instante
de tu preciosa boca que aprisionó a mi amor.
Que son tus ojos negros dos faros matutinos
alumbran mi camino tú también has de saber.
Lucero mañanero con rayos diamantinos
alumbran con fulgores a un bello amanecer.
Bella mujercita amada
como quisiera besar
ésa, tu boca de miel
que es un rico fontanal.
Y ese negro lunar
que tienes en tu mejilla
que es una maravilla,
me embeleso al contemplar.
Tu rostro sonrosado cual pétalos de rosa
le da un encanto vivo a tu mágico lunar,
y tu amable sonrisa mi ninfa soberana
es bálsamo que cura a mis penas sin cesar.
Quiera Dios que mañana, de corazón unido,
formar nuestro destino con mucha felicidad.
Y entonces Josefina, yo he de cantarte ufano
mis mas bellas estrofas por toda la eternidad.
Autor(es): Ocampo