Zamba del otoño


Los viejos cobres del monte
otoño sembrando van
y en las guitarras del campo
ya nacen las coplas de la soledad.

Emponchan los manantiales
el viento norte al pasar
y allá en los huaicos del cerro,
se duermen los ecos de aquel carnaval

Con el lucero del alba
las cuestas repecharé.
Ya están cantando los gallos:
se me hace, vidita. que ya no he'i volver.
¡Adiós mi cerro querido, mis Piedras Pintadas:
ya no he'i de volver!

Estrellas que me alumbraron;
caminos que caminé.
Me han golpeado todos los vientos;
herido de coplas la vida pasé.

En una cueva del cerro
escondí mi corazón.
Pa' que lo quiero conmigo,
si sólo me ha dado trabajo y rigor.


Autor(es): Paula Pepín, Atahualpa Yupanqui

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