Zamba del romero
Esta penita que tengo,
la tengo porque yo quiero;
me la ilumina la luna,
me la perfuma el romero.
Cuando ella se fue llorando,
-vidita, ¡cómo la quiero!-
quedó el pañuelo solito
y sin perfume el romero.
Flor de romero,
¿quién te ha cortado?
Está, sobre mi guitarra,
tu corazón marchitado.
Un pañuelito me ha dado;
lo tengo, porque yo quiero;
mojado está de su llanto
y lo perfuma el romero.
¡Qué penas penan las coplas,
que caben en un pañuelo!
Si hasta se apena la sombra
olvidada del romero.
Autor(es): Manuel José Castilla, Rolando Valladares