El niño y el canario
Era el canario un primor
era su dueño un pequeño
que velaba con empeño
los cuidados del cantor
Era un precioso ejemplar
de color adamascado
era un preso resignado
a la misión de cantar
Era sensible escuchar
de su garganta sonora
la nota grave que llora
en un constante rogar
Daba a entender su trinar
que una angustia sufria
porque falto de alegria
era su flauta un penar
Uncierto diasu dueño
el candoroso pequeño
que se solia extaciar
Al contemplar los fulgores
de tan divinos colores
y tan hermoso cantar
Llevo hasta el cielo su queja
porque prendido a la reja
de la pequeña prisión
En lenta y triste agonia
su fiel canario moria
sin comprender la razón
Preso de un hondo quebranto
sus ojos en llanto
y con infante emoción
saco de su jaula al preso
posó de su boca un beso
sobre el rosado plumón
y en su mano temblorosa
quedó dormida una rosa
que tenía un corazón
La cajita de madera
la misma que contuviera
la misma que contuviera
lapicitos de color
Fue la morada postrera
de aquel que en su vida fuera
de aquel que en su vida fuera
su más preciado valor
Y en el jardín de su casa
a distancia muy escasa
a distancia muy escasa
de un lejendario nogal
Lloró la pobre criatura
Lloró la pobre criatura
al cavar la sepultura
de su cantor sin igual
Autor(es): Hilario Cuadros, E. Fratantoni