La trasnochada
Chacarera trasnochada,
con los ojos lagrimeando.
Por las calles de la luna,
la muerte se va bailando.
La muerte se va bailando,
porque tiene alegre el vino
y dentro la chacarera
viene cortando camino.
Viene cortando camino;
pero anda sola y perdida
con una estrella en el pelo,
entre despierta y dormida.
Quemadores y cocheros:
ahí se va la chacarera;
apisonando la sombra,
debajo la polvadera.
No falta, no, el acullico;
ni cómo y con qué yaparlo.
No hay quemador que se duerma
con la guitarra en la mano.
Con la guitarra en la mano,
se me hace el mundo chiquito.
El aire se vuelve antojo,
para pegarles el grito.
Cuando el amor es profundo
cualquier gritito lo atiza,
como al rescoldo dormido,
debajo de la ceniza.
Quemadores y cocheros:
ahí se va la chacarera
apisonando la sombra,
debajo la polvadera.
Autor(es): Jaime Dávalos, Ernesto Cabeza