La zamba perdida
Si encuentras por el camino
una zambita perdita,
brindale un poco de amor,
¿quién sabe no vaya herida?.
¿Quién sabe no vaya herida,
por esos campos penando?
Ofrécele el corazón,
para que siga cantando.
Para que siga cantando
las linduras de este suelo;
que si la vida te golpia,
la zamba 'i ser tu consuelo.
Nunca mires para atrás,
para ver lo que has andado.
Miralo a tu corazón,
que lleva un mundo guardado.
Que lleva un mundo guardado
de auroras y anochecidas
y está esperando un remedio,
para curar sus heridas.
Para curar sus heridas:
las mismas que tú le hiciste.
Tal vez por eso anda triste,
como una zamba perdida.
Autor(es): Atahualpa Yupanqui