Valle hermoso


Sierras que nunca olvidaré
en esa casa cálidas disfruté
todos los veranos de mi niñez
cerrando los postigos al anochecer.-

Al soplar el viento este
anuncia "agua como la peste"
cocina, mates y un cuchillo en el jardín
esperando que el río comience a gemir.

El cielo al anochecer
va guiando nuestro entretener
buscando aquella estrella
que no me haría perder.

Música y guitarra en la galería
horas eternas he de pasar
buscando un abrigo para poder contemplar
las sierras en penumbras que me dejan amar.

Galopeando en la Pampa
puedo observar el camino llano de la libertad
carreras y bromas en el andar
y un paisano serrano en la inmensidad.

Un pueblito gaucho nos contemplará
Nuestra Señora de Fátima siempre estará
apagando el fuego antes de llegar
al cerro bajo de nuestro cantar.

Virgen de Lourdes, guardiana de mi hogar
en aquella gruta te he de rezar
flores frescas y piedritas del yuspe
serán la ofrenda de mi luchar.

Sierras del Valle Hermoso,
capilla de San Antonio,
los reyes son los pilares
de los sueños de mi infancia.

Castillo de mis recuerdos
que nunca te dejaré,
en memoria de mis abuelos
siempre te querré.


Autor(es): María Paula Celoria

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