Zamba del violinista
Lo vi detrás de un violín,
por puesto de Gualiama,
por si lo quieran nombrar,
Francisco Sánchez se llama.
Por si lo quieran nombrar,
Francisco Sánchez se llama.
Es gajo de guayacán,
que frutece en el verano,
modo sencillo de hablar,
sombrear de sauce su mano.
Modo sencillo de hablar,
sombrear de sauce su mano.
Cuando se vayan los tiempos,
y Salta cante en la tarde,
con su violín estará,
prendido en zambas Don Sánchez.
Con su violín estará,
prendido en zambas Don Sánchez.
Si se le pone a cantar,
suelta su canto la tierra,
raya en su sangre un bagual,
de Rosario La Frontera.
Raya su sangre un bagual,
de Rosario La Frontera.
Violinistos han de haber,
no dudó, de mayor fama,
pero no cantan como él,
por los montes de Gualiama.
Pero no cantan como él,
por los montes de Gualiama.
Cuando se vayan los tiempos,
y Salta cante en la tarde,
con su violín estará,
prendido en zambas Don Sánchez.
Con su violín estará,
prendido en zambas Don Sánchez.
Autor(es): Martín Alemán Mónico, Mario Ponce