Gallinita
Pero ya me tenés
bien gunfia, vos tenés,
me cache en dié, piantá
y que no te vuelva a ver.
Vos no te convencés
que sus una maula calao,
de esos de tres por dié
dos de yapa y venta al fiao.
Deme un amargo, Doña Baldomero,
lo que es poderme engrupir...
Rajá
pero vos no sabés
y andá batile a tu barra
(que un perfecto gallinero es)
que ni cascando a tu mama
no le afanaste ni para un café;
andá
trabajalo al invertido
de tu barra, él te sabe dar...
o anda dile a “diputado” que vuelva a falsificar
un cheque en el banco, ¿pero yo? Minga... piantá.
¿Un hombre debe ser
pa’ sacarme vento a mí?
Pero de hombre tenés
tan solo tu pantalón,
¿querés rajar, querés?
y no vuelvas por favor.
Si andás, cortado para el escavio
con esa manga de desplumaos
una mañana en el río
amanezcan descuartizaos;
si volvés
me caiga muerta, me caiga,
que cascada te voy a dar
aunque me demandes vos por un asalto criminal
vas a comer tierra, barro, vos, y ellos también.
Autor(es): Marcos Brizzio Córdoba