No volverá
En una tranquila noche
y a la luz de las estrellas
cuando al volver del trabajo
me cebaba un cimarrón,
sentí chistar la lechuza
por arriba ‘e mi cabeza
como dándome un aviso
de perjura y de traición.
Ya el cuzco no juega
como antes jugaba
la mesma calandria
no ha vuelto a cantar
y todo está triste
desde aquella noche
que huyó la paloma
con su gavilán,
mi pobre lobuno
también está caído
y cuando relincha
parece llamar
a la patroncita
que lo acariciaba
y que a la querencia
nunca volverá.
Y al d’entrar en aquel rancho
que fue nido’e mis amores
en el que tuitas las horas
me juraba su querer
descubrí a la traidora
la mentira ‘e su cariño
leyendo aquellas palabras
que me dejó en un papel.
Y en las noches en que hay luna
quedo mirando la hueya
con la esperanza que un día
pegue la vuelta otra vez.
Y al mirar que mueve el viento
el ramaje de los sauces
parece que me dijeran,
nunca más ha de volver.
Autor(es): Francisco Ruiz París, Agustín Magaldi