Nacido en la bohemia (a Roberto Rufino)
En todo el Mercado
del Abasto antiguo,
lo vieron volando
cuando era gorrión.
Su trino encantado
solía filtrarse
entre las clavijas
de un piano dulzón.
Ahora nos dice:
“Fui el pibe del barrio
hasta que los hombres
me dieron su voz.
Mi casa vacía,
vistió luto blanco,
me hundí en los despojos…
Les di el corazón”.
Roberto, nacido en la bohemia,
cantante del tabaco
que fuma mi tristeza.
Mi pieza, desnuda de tibieza,
te pide solo un tango
para cubrir su anemia.
Rufino, dramático y sensible,
cantame lo imposible
abrime la ilusión.
Roberto, cantor de los cantores,
nacido en la bohemia
¡llevate mi dolor!
La calle salpica
como siempre el barro.
Corrientes mastica
algún metejón.
María, en silencio,
se aleja despacio,
solo la consuela
la voz del cantor:
“Quedate tranquila,
yo asumo el desgarro,
dame tu confianza
que a cambio te doy
la dulce ternura
que alivie tu daño,
préstame tus ojos
que lloro por vos”.
Autor(es): Pedro Colombo, Pascual Mamone