La dalia


Más que un recuerdo es como una herida,
que llevo en mi alma a tu infiel amor,
tus juramentos de pasión fingida
y el beso ardiente
de mi dolor.
Ya que has dejado mi alma estrujada,
hoy que la suerte te aparta de mí,
solo te pido que lleves guardada
aquella dalia que yo te di.

Porque llegó a adorarte
mi triste suerte,
no llegaré a olvidarte
ni aún en la muerte.
Olvidarte es imposible
si es tan grande mi pasión
que destroza sin quererlo
a mi corazón.

Es una historia de amor que se esfuma,
como las otras se esfuman también,
como las brisas y como las brumas,
como la dalia
como mi bien.
Pobre y triste ilusión que ayer,
que en locas ansias yo hube forjado
si nunca, nunca más, podrá volver,
como la dalia
que te entregué.

Mi corazón se abandonó
quiso olvidar, buscó placer,
y consiguió solo llorar
para ir muriendo en tu querer.
Mi corazón como la flor,
por ti se fue, por ti murió,
falto de amor, falto de fe,
es como la dalia que se secó.


Autor(es): Juan Ángel Bordoni, Oscar Cianciarulo