Por seguidor y compadre
(Canto)
Histórica Buenos Aires,
de luchas electorales;
el marco de sus ambientes
fueron escenas mortales.
De Adolfo Alsina fue el tiempo
del coraje y del cuchillo
que se mostraron con brillo.
¡Gesta brava y argentina!
Cuentan que Pedro Galván,
enfrentándolo al caudillo,
sacó el facón y ya listo
salió rápido a matar.
Y un alsinista de ley,
que conocía a los dos,
alzó al muchacho la voz:
“¡Párese…que es el doctor!”
(Recitado)
Quedó Galván confundido.
Traía carta de su padre,
para Alsina que decía:
“Bautícemelo con sangre.
Se lo recomiendo Alsina
para cualquier entrevero.”
Puso Alsina sobre un hombro
de Pedro Galván su mano;
y le dijo muy severo:
“Ya estás bautizado m’hijo.
Andá tranquilo con Dios
que ya sos republicano.”
(Canto)
Dicen que luego anduvieron
los dos como padre e hijo;
los arrabales los vieron
al varón y al compadrito.
Y que al morir el caudillo
Pedro Galván se mató,
restallando su cuchillo
en su guapo corazón.
Autor(es): Eduardo Giorlandini, Héctor Silva