Esta ciudad
Ciudad,
que se me va de las manos.
A mí
que la amasé en luz y barro.
Ciudad,
abeja de hollín porfiado.
Neón,
sobre el desvelo clavado.
Jaulón,
de bache, pared y asfalto.
La grúa sobre la pena
y una garúa de antenas
desplumándome el gorrión.
Me la mojaron raras olas de otra playa.
Entró a orejear un caracol a transistores.
Y hasta el amor, el pan y la baraja
se los trampearon con mentiras de colores.
Y yo tras ella manoteando entre las llagas,
buscándola en las madrugadas fabriqueras,
en el amor, en la amistad que no se paga,
en esa bronca que nos une con cualquiera.
Y así,
hasta entender su locura,
yo perseguí su ternura
y con la luz que me dura
le hice esta mueca de amor.
Autor(es): Héctor Negro, Osvaldo Avena