Punto y banca
El que busque la razón de su existir
en el amor y en la emoción del juego,
habrá entonces comprendido que vivir
es tener lleno el corazón de fuego.
Habrá entonces aprendido a palpitar
frente al misterio de unos lindos ojos
y en el tapete, frente a una carta,
habrá vibrado de emoción, sin desmayar.
Punto y Banca,
no va más…
—¡Carta! (grito)
y la suerte se me dio al revés,
pero de nuevo el corazón
gustando la emoción
sintió latir en él la vida.
Punto y Banca,
no va más…
—¡Hagan juego, señores! (grito)
y no importa si perdí otra vez;
la vida es eso, palpitar,
jugarse el corazón
y un beso todo hará olvidar.
En la vida sin amor no hay emoción.
Quién por amor no se jugó la vida
y en el juego del amor una traición
dejó en su alma un profunda herida.
Y quién es que no conserva la ilusión
de que algún día alcanzará la dicha
y aunque se queda siempre sin fichas
sabe jugarse en cada vuelta el corazón.
Autor(es): Mario César Gomila, Julio De Caro