En un corralón de Barracas
Rumbo al sur, con la chata llena,
quemao de sol, revoleó un silbido
y así creyó que, al cargar arena,
su dolor llevaba olvido.
Para ahogar el corazón...
viejo frisón tironeando el carro...
Él también fue coscojero y bueno
para cinchar, chapaleando el barro,
por el negro cañadón...
Frisón... Frisón...
Tostao... Tostao...
Un tirón... ¡cuidao... cuidao!...
En un corralón de Barracas
esperan que vuelvas, el mate y la hamaca...
La sopa de arroz y el puchero,
y el vaso de vino con soda y con hielo.
Y el canto del viejo organillo
cruzando las tardes con alma de grillo...
Y en un rincón del pesebre,
la alfalfa bien verde
la avena y el maíz…
¿Adónde vas, con tu antigua chata?...
¿Adónde vas, con tu cadenero?...
Si ya sabés que la ausencia mata,
que el camino es traicionero
y que el tiempo es redomón...
Voy para el sur, a llevar mi pena...
Voy para el sur, con mi vieja carga,
que siempre fue mi vivir, arena,
un tirón... y ¡otro tirón!...
Autor(es): Homero Manzi, Juan Cedrón