Y así te vi volar


Acaso no existieran
tu cuerpo ni tus ojos,
acaso fue un antojo
de mi imaginación...
Tal vez fue la esperanza
de verme enamorado
la que forjó tu imagen
junto a mi corazón...

Y te entregué lo mío...
Tan puro... pero mío...
Y fuimos hasta el río
en nuestra confesión
y en ese amor primero
tan cálido y sincero
le dimos forma a un mundo
tan sólo de los dos...

Después... esa palabra
que todo lo envejece
la flor que desfallece
la voz que no es canción.

La absurda luz del mundo
que todo lo investiga
la mano que castiga
el trueno vengador.
¿Qué hicimos? —preguntabas—
si todo fue sincero
mi amor, tu abrazo entero
mi espera y tu verdad...

Y así vos te marchaste
sin norte, sin destino,
un beso me dejaste...
Y así te vi volar.


Autor(es): Javier Mazzea