Cuatro copas
Ya cuatro copas he bebido en esta mesa
y algo de alcohol se me ha subido a la cabeza
para obligarme a meditar en el ayer,
cuando feliz,
me acompañaba tu querer.
Qué diferente mi vivir entonces era,
cantaba el alma su canción de primavera
imaginando que borracho de ilusión,
tenía cuatro copas
por vos, mi corazón.
Son felices los que viven embriagados
de amor, y sólo saben
que están enamorados;
ellos beben el sol, la primavera,
y encienden en el beso
la gloria del amor.
Yo quisiera llevar hasta mis labios
de amor la copa llena
para olvidar agravios…
Los agravios de tu adiós que me dejó
la sed que en un engaño
voy matando con alcohol.
Si me ha olvidado tu querer y en mi tristeza
que puedo hacer sino buscar en esta mesa
este consuelo mentiroso del alcohol
que a mi dolor
le da esperanzas de tu amor…
Tu gran amor que fue la dicha prometida
y que hoy podría rehacer mi triste vida,
triste y deshecha por el vicio sin perdón
de hundir en cuatro copas
de alcohol mi corazón.
Autor(es): Mario César Gomila, Gabriel Clausi