De mil amores
Yo dejo sonriendo en tus manos
mi corazón
iluminado de bien y de querer,
y sólo espero que tengas precaución:
no se te vaya a caer.
Yo soy aquel que por tus ojos
se enloqueció
desde el momento en que te vio,
y soy el que pone su vida a tus pies
aunque vos nada le des...
Sabés de qué modo te quiero
sabés que me muero
por vos hace tiempo;
sabés que por toda la vida
yo tengo una herida
que me hizo tu amor.
Y siempre me has visto sonriendo
acaso mintiendo
mi viejo dolor;
es que yo no sé de rencores
y de mil amores
soy tu cantor.
Tenés en tus manos sonriendo
mi corazón
iluminado de bien y de querer,
tenés mi vida a tus pies
y mi ilusión,
del mismo modo que ayer.
Si vos me decís que no espere
jamás tu amor,
de mil amores tu cantor
irá acariciando el dolor del corazón
para tejer la canción.
Autor(es): Mario César Gomila, Luis Brighenti