Amor en libertad


A veces en las noches el silencio despierta
al Dios en que confío en fuga mis naufragios,
por siglos el pecado amaneció en mi almohada
secreta era la pena que esperaba el milagro.

Camino por la senda de seres marginados,
nació mi alma de rosa, en tallo de clavel
hoy soy el que prodiga en el abrazo amante
amor alucinado quedándome sin piel.

Cada día reinvento
el derecho a celebrar
alejo los fantasmas que me impiden amar.
Por fin en mi país
estamos vos y yo
en las notas de un tango bailado sin rubor.
Cadencias de Piazzolla
recorren nuestros pies
y una rima se trenza
con tu voz de papel.

Al nuevo amanecer abro todas las ventanas
olvido a los que juzgan con hachas mis victorias.
Valiente es el reflejo de la luna en mis hombros
espejo del impulso que mis alas elogian.

Mi pecho es donde guardo los sueños redentores
llevando en la mochila dispuesto el corazón
sin llaves ni candados y libre de condenas
apuesto por la vida vistiéndome de amor.


Autor(es): Norma Montenegro, Jorge Dragone