Y el viejo no está
Siento tantas ganas de llorar,
solo, sin tener con quien hablar
vuelvo a revivir lo que pasó
todos estos años, mis sueños, su fe.
Tanto me tendré que reprochar
por no haber sabido valorar
todo el amor que silenciosamente me dio
pidiéndome, tan solo, que vuelva otra vez.
Juventud, como viene se va,
ilusión de vivir más y más.
Nuestros años pasaron volando,
ya llega el otoño, quisiera llorar.
Que marchita se ha puesto la flor,
que tristeza que tiene el jardín.
Cuantas sombras envuelven la casa,
la luz de su vida dejó de alumbrar
y hoy que tengo mil cosas que darle
quisiera abrazarlo y el viejo no está...
Autor(es): Silvio Soldán, Héctor Varela