Salute Victoria
Cuantas noches pobre corazón
mendigando un poquito de amor
recorrimos el viejo arrabal
y en los bailes del negro cantor
con mi pinta brava de varón
a la piba la hacia planchar
de puro compadrón.
Ahora viejo todo se acabó
ya estás listo lo mismo que yo
y la vida se va de un tirón
pa’ nunca más volver.
Despedite vos también
no tenés nada que hacer
vámonos a descansar los dos.
Cuantas noches de farra vos te acordás
del pintoresco barrio del salamín
de la negra Francisca Godoy
y del pardo Jesús Pippermint.
Aquel boliche papa de Nicanor
donde roncaba fuerte el más peleador
donde por una china de esas de ley
dejó el pellejo más de un varón.
Lindos tiempos que ya se llevó
el pasado que no volverá
adiós pueblo me voy yo también,
silencioso barrio de arrabal
en tus calles ya no vibrará
la guitarra del viejo Manuel
de aquel triste cantar.
Ya la hora triste me llegó
compañero de mi juventud
y un ¡Salute Victoria! y se fue
pa’ nunca más volver.
Sólo en el mundo quedó
el recuerdo del varón
que hablé a solas con su corazón.
Autor(es): Pablo Rodríguez