Maffia solo
En el suburbio el viejo farolito
platea el fango e ilumina el lugar,
poniendo un bronce de tristes amarguras
en aquel barrio calladito y tristón...
Un fuelle adentro desgrana un tango triste
que es un lamento hacia aquel arrabal.
¡Si parece que el alma del suburbio
cobrara vida en las notas del bandoneón!
Oyendo tus bajos quejumbrosos
siento una tristeza infinita
porque me acuerdo de aquella muchacha que amaba
y que un día me abandonó.
Se oye el bandoneón
un tango tocar,
ajeno al dolor
que me hace acordar
de aquel triste amor
que en mi alma abrigué
y que con dolor
un día se fue...
Recuerdos de antes, que vienen a mi mente
al escuchar las notas del bandoneón,
reminiscencias de aquellos viejos tiempos
en que los guapos peleaban a facón...
Tiempos que huyeron, cual ráfagas de viento,
dejando huellas en mi alma y en mi ser
y dibujando arrugas en mi frente,
arrugas tristes de un eterno padecer…
Autor(es): Salvador Del Priore, A. Del Priore