Del salón en el ángulo oscuro
Del salón en el ángulo oscuro
ausente y distante de pronto te vi.
Alejada del ruido y la gente.
Estatua de carne, dedos de marfil.
Y nerviosa tu copa vacía,
igual que la mía, yo quise llenar.
Y después sólo un diálogo a medias,
apenas tu nombre perdido en un vals.
Yo no sé si fue un sueño tu nombre
o una burla que un trago demás
me llevó a inventarte esa noche
y después a soñar y esperar.
Hoy he vuelto a la casa de entonces,
la noche me invita de nuevo a soñar,
pero allí en el ángulo oscuro
del salón, no te pude encontrar.
Autor(es): Ernesto Omar Rossi, Ernesto Rossi