Salimos a bailar
Mientras solloza el tango y estás conmigo,
será como ninguna la noche de hoy.
Te queda tan pintado ese vestido
que estás resplandeciente en el salón.
Tu andar y tu sonrisa me han embrujado,
dejame confesarte lo que sufrí
pensando en este baile tan esperado
sabiendo que estarías cerca de mí.
¿Salimos a bailar, sueño querido?
Que tengo tantas cosas que decir;
no importa que te envuelva el torbellino
del baile, cielo mío y sufra más así.
¿Salimos a bailar, sueño querido?
Que en cofre de oro traigo para vos,
este cariño santo que para darte vivo
y esta esperanza mía de que me des tu amor.
El mechoncito rubio sobre tu frente
te hace una cara dulce y angelical,
estando así, los dos estrechamente,
mil rosas de ilusión florecerán.
La noche tiene un alma iluminada,
dejemos dentro de ella la sensación
feliz de nuestras almas enamoradas
al mágico conjuro del corazón.
Autor(es): Leopoldo Díaz Vélez, Juan Pomati