Tranquilo viejo tranquilo
Todo el mundo la dispara,
se atropella y no repara
que está haciendo un disparate.
Todos gritan, aceleran
y parece que tuvieran
refucilos en el mate.
Es un siglo de aspirinas,
surmenages y de locos
y a los que no están piantados,
se ve que les falta poco.
Si tenés muchos problemas
y buscás la solución,
no te aflijas, andá a Vieytes,
porque en Vieytes dan razón.
Tranquilo y a no agitarse,
es peligroso desesperarse.
La vida es corta
y el pasarla a té de tilo,
preocupada y con estrilo
me parece que es atroz.
Tranquilo, viejo, tranquilo,
y al final, primero vos.
No te apures Timoteo
si te rajan del empleo
y te dejan ambulante.
Y si tu mujer berrea
o tu suegra te pelea,
vos mandate un buen calmante.
Si la vida está muy cara
o te están acogotando,
no te apartes de la huella
aunque vengas patinando.
Suprimí las disparadas
y acercate a la razón,
sofrenate y acordate
que tenés un corazón.
Autor(es): Ivo Pelay, Francisco Canaro