Charol
¡Charol! ¡Charol!
Como noche sin luna,
como los cuervos,
era charol.
En la piel, pinta bruna,
y en todo el cuerpo
fiebre de sol.
Como noche sin luna,
como los cuervos,
era charol.
¡Charol! ¡Charol!
No conoció su cuna
y en la recova
se hizo mayor.
Nunca tuvo fortuna
ni tuvo amigos,
ni tuvo amor.
No conoció su cuna
y en la recova
se hizo mayor.
¡Charol! ¡Charol!
Cuidando las carretas,
Charol mataba
su frío y su hambre.
Hondas eran sus penas,
hondas, tan hondas
como los parches.
Cuando el candombe rojo
con su retumbe
rasgaba el aire.
¡Ay Charol! ¡Pobre negro Charol!
¡Ay Charol! ¡Pobre negro Charol!
¡Ay Charol! ¡Pobre negro Charol!
Nadie asomó a su sueño,
pero él soñaba,
¡Pobre Charol!
Y era la de su ensueño,
de tez de nieve
y bucles de sol.
Nadie asomó a su sueño,
pero él soñaba,
¡Pobre Charol!
¡Charol! ¡Charol!
Negro como su cuerpo,
fue su destino
de frío y de hambre.
Hondas eran sus penas,
hondas, tan hondas
como los parches.
Cuando el candombe rojo
con su retumbe
rasgaba el aire.
¡Ay Charol! ¡Pobre negro Charol!
¡Ay Charol! ¡Pobre negro Charol!
¡Ay Charol! ¡Pobre negro Charol!
Autor(es): Osvaldo Sosa Cordero