Batilana


Batilana era un pardo del Abasto
que estilaba delirios de guapeza.
Una yunta de bueyes en el lomo
y una insidia de chusma en la cabeza.
Era amigo de todos los chimentos
y lucía alpargatas en chancletas;
el silencio de plomo le pesaba
como pesan los cargos de conciencia.

Caminaba más lento que el sigilo
pero andaba ligero con la lengua;
deschavando, por gil, cosas de cosos
que no usaban pendientes las pendencias.
Le pegaron un tiro en la palabra,
le dejaron la nuca boquiabierta.
Le apagaron la luz al peluquero
y quedó reventao en la vereda.


Autor(es): Virgilio Expósito