El adiós del olvido


Este adiós que hace daño
y penetra en la piel,
duele más que una herida
y se hace muy cruel.
Este adiós del olvido
fue un adiós de los dos.
Un adiós que fue escrito
sin la ayuda de Dios.
Este adiós que hace daño,
para bien de tú y yo.

Ninguno de los dos tendrá que arrepentirse.
Mañana un nuevo sol saldrá para los dos.
No pensarás mi nombre, ni yo tus besos ardientes
y habrá en nuestras vidas un nuevo y dulce hogar.
Después el almanaque alejará el tiempo
y seremos en el mundo dos habitantes más.
No ha de quedar nada, ni esta despedida...
ya ves como es la vida... Decime adiós y andá.


Autor(es): Hilda Di Rosa, Osvaldo Sergio