Por limosna no
¿Limosnear cariño, mendigar un beso,
vivir en los brazos de tu compasión?
Si en algún momento pensaste en eso
tu pobre capricho vivió en un error.
Error de sentirte mimada y bonita,
sin pensar que el hombre que te dio su amor,
tus besos piadosos no los necesita,
ni el fuego prestado que le de calor.
Mirá, mirame las manos
enfermas y doloridas,
morder mis carnes vencidas,
por no matarme o matar.
Porque prefiero mil veces
sufrir y despedazarme,
a tener que arrodillarme
como un cobarde y llorar.
Por eso te pido que cambies de rumbo,
soy hombre y comprendo que es humano errar.
Al final de cuentas, es tan grande el mundo
y hay tantas maneras de ver y pensar.
La culpa no es tuya, ni tampoco mía,
ni vale la pena saber quién erró.
Pero si a mi lado volvieras un día,
por cariño siempre, por limosna... no.
Autor(es): Manuel Barros, Ernesto Rossi