Reflexionemos
¿Por qué permaneces así?
Indiferente, si sabes que te adoro.
¡No comprendo, si yo sé que me quisiste!
Reflexión, te pido, mi tesoro.
No crees que al unirnos nuevamente,
lograremos, al fin, felicidad,
entiendo, que ha pasado mucho tiempo
y aunque distante, aprendí a quererte más...
Tú eres la luz que ilumina mi sendero,
y al saber que yo te quiero,
me haces sufrir.
Sabes que soy tu enamorado,
eternamente atado, a tu vivir.
Ya de sufrir, estoy acobardado,
y hoy desesperado recurro a ti.
Sabes que soy tu enamorado,
eternamente atado, a tu vivir.
Yo sé, que sufriste por mí,
y por mi ausencia abandonaste todo,
el hogar que compartimos dulcemente
y hasta el jardín se ha convertido en lodo.
Por eso, al unirnos nuevamente,
lograremos, al fin, felicidad,
unidos dos caminos para siempre,
reflexionemos y volvamos a empezar.
Autor(es): Juan Pablo Marín