Sin estrellas
Repetido naufragio de tus besos,
que por sabido no ha dejado de sangrar.
Una vez tuve esperanza que volvieras...
Y tus manos de rencor me hirieron más.
Fue suicida confiar a las palabras
la palabra de amor que da el amor...
¿Cómo pudiste hacerme sufrir tanto,
sin tener un adiós para mi adiós?
Y no hallarás
ni un perdón para la herida.
Y en tu partida
las estrellas no estarán.
No encontrarás
en la caída ni un consuelo
y en el desvelo
ni una noche para amar.
Es inútil la angustia en el vencido
porque la angustia no devuelve el corazón.
Ya no estás con tu sonrisa de campana
y lejana como adiós es la canción.
Fue suicida confiar a las palabras,
la palabra de luz que da la luz.
Cómo pudiste florecer el pecho
y poner otra cruz sobre mi cruz.
Autor(es): Federico Silva, Donato Racciatti