La toalla mojada


Era un ambiente turbio de nocheras,
cerca de la cañada.
Había una milonga, El Chantecler,
alias Toalla Mojada.
Era un ambiente espeso de varones,
shacadores de minas y malandras.
Había un tallador y lo llamaban,
por nombre, Aldo Saravia.

No había escruche, ni peca, ni a copera
que no diera mancada
y a la Chichi Toyufa la fajaba
con su toalla mojada.
Por eso era famosa esa milonga,
por ese Aldo Saravia,
tallador de la vida y de sus cosas,
por su pinta y su labia.

Nunca hubo shomería en sus acciones,
ni taquero que sacara tajada,
cuando él incursionaba papelitos
sin darse la fajada.
Por eso me gustaba la milonga
de la Toalla Mojada,
porque estaba el ambiente que yo quiero
y el macho Aldo Saravia,
que le fajó hasta el nombre al Chantecler
con su toalla mojada.


Autor(es): Edmundo Rivero