Seis años
Después de mucho tiempo, seis años más o menos,
ayer te vi de nuevo del brazo de tu amor,
y ésta pasión inmensa descontrolada y loca,
como un fantasma rojo mis sienes envolvió.
Felina y majestuosa con fría indiferencia,
tus bellos ojos grises, mordieron mi ansiedad,
en alas de tu paso tan pequeñito y suave,
espléndida y dichosa, con él te vi pasar.
Retrocedí seis años parado en la vereda,
me vi cantando un tango, aquel que nos unió,
en épocas lejanas de efímera grandeza
mi nombre en los carteles, y yo en tu corazón.
Tras el amargo ensueño, volví a montón de diarios,
tu engominado amigo me pidió La Razón,
se la entregué rogando que no me conocieras,
y te fuiste contento del brazo de tu amor.
Me adelanté unos pasos, con ansias de llamarte
mi pobre voz quebrada, fue un grito sin color
mis manos transpiraban, heladas por la angustia
crispadas de impotencia, como mi corazón.
Noté tras la vidriera del turbio bar cercano,
que un rostro me miraba, con cruel curiosidad
entonces tropezando, avergonzado y triste
me fui silbando un tango, para disimular...
Autor(es): Julio Sosa, Edelmiro D'Amario