Señora Buenos Aires
Ahí estabas sonriendo seductora
recostada tu espalda sobre el río,
con un tango nostálgico en los labios
confidente de amores que se han ido.
Con un gesto cordial me recibiste
al abrir tu regazo a mis delirios.
Alcancé tu secreto embelesada
en la espera del beso conmovido.
Cobijaste mis ansias Buenos Aires
y te entregué mis sueños más queridos,
caminé por tus calles centenarias
conjugando pasión y compromiso.
Pero todo fue verdad bajo tu cielo
hubo lunas mojadas de idealismo,
el amor cinceló mi piel en llamas
y me dejó la ofrenda de tu hechizo.
Perfumados tus patios de glicinas
alfombraban de azul noches de estío
en el vaivén de un tiempo de promesas
que mantuvo mi espíritu encendido.
Acordé con los duendes de Corrientes
que signaran las luces mi destino,
paso a paso acercamos las distancias
hacia el rumbo final que aún persigo.
#i#1º premio certamen Hugo del Carril 2007.#/i#
Autor(es): Norma Montenegro, Quique Rassetto