Mientras quede un solo fueye
Vengo a decir con orgullo
que anduve siempre entre tangos,
y en mi canción están la voz y la emoción
que late en todos los barrios.
Voy a cantar lo que siento,
el alma puesta en los labios,
y con lenguaje de arrabal y bandoneón
hablará mi corazón.
Dicen que el tango está bajo...
dejen que sigan hablando
que el tango es parte del pueblo,
su vida misma... muchachos.
Mientras una sola madre por el hijo esté velando
y en un zaguán en tinieblas busque refugio el amor.
Un amigo que se fue y un bohemio en el estaño,
y la espera de una alfombra de puchos junto al buzón.
Mientras queden fabriqueras que son flores de los barrios
y el corazón nos entregan como nadie más lo da.
Mientras quede un solo fueye, mientras quede un solo patio
vengan los ritmos que quieran, que el tango no morirá.
En cada nota de tango
hay un dolor escondido,
cada compás es un pedazo de ilusión,
de fe... de angustia... de olvido.
En cada verso hay un sueño
por el amor encendido
y en cada pecho para el tango hay un rincón
palpitante de emoción.
Autor(es): Alberto Morán