Amor y tango
El tango también es otra cosa,
perfume fatal y escurridizo,
palabra que quema,
que enamora y que blasfema
y envuelve a las almas sin permiso.
Lo supe la noche en que encendiste
tus ojos de rayo por mis huesos
ahogado en tu río
fui pagano y fui divino,
un eco en el hueco de tu voz.
Amor y tango son iguales,
un dejo de locura y de razón.
Y es mejor desearlos
entregarse o reinventarlos,
creyendo que es posible la canción.
Amor y tango son iguales
si andamos por el mundo vos y yo.
Yo sé que el amor son tres minutos
de un giro a la muerte despechada,
fugaz y errabundo
pero eterno en un segundo,
un salto a los pliegues de tu almohada.
Y el juego al final es siempre el mismo,
buscarnos sin brújulas ni mapas;
un tango y un beso,
el exilio y el regreso,
y un frágil abismo entre los dos.
Autor(es): Raimundo Rosales, Nicolás Guerschberg