Con esa luz


Como olfateando la primavera,
voy por la calle, bebo la brisa.
Y aunque me aturdan de mil maneras,
agazapada, va mi sonrisa.

Cruzan infiernos por la vereda.
Ondas de angustias que se deslizan.
Pero con fiebre de enredadera,
sube mi canto por las cornisas.

Por este aroma a primavera
y la caricia del sol,
perseguiré la quimera
soñando un mundo mejor.
Que la esperanza es espera
y es repechar el dolor.
Cuando la fe es la bandera
que hace flamear el amor.

Como jugando mi alma entera,
vuelan mis grillos el aire impuro.
Y aunque la calle se desespera,
hago camino entre tanto apuro.

La selva diaria nos entrevera.
Las ilusiones se deshilachan.
Pasa la prisa con piel ligera.
Pero mi canto nunca se agacha.

Con esa luz que nunca afloja.
Con esa luz siempre voy.
Con el verdor de las hojas
que al árbol le dan frescor.
Cuando mi canto despoja
las sombras de lo que doy.
Cantando así, se me antoja,
que me han de oír como soy.


Autor(es): Héctor Negro, Carmen Guzmán