Torcacita enamorada
Las sombras han apagado
la dulzura de su canto,
mi verso mojado en llanto
en su recuerdo ha posado.
Calandria que ha cautivado
al llevar junto a su trino
el donaire femenino
hecho bandera en su estampa
con retacitos de pampa
trenzados a su destino.
La guitarra compañera
en el vaivén de su vida
ha quedado adormecida
con las coplas en espera.
No es la feliz mensajera
del lirismo de su dueña,
en vano en sonar se empeña
cuando un ángel la acaricia
intentando la delicia
de una milonga sureña.
Torcacita enamorada
plegó sus alas al viento
su vuelo fue corto y lento
pero llegó a ser amada.
Su pasión en llamarada
sin alarde, sin jactancia
vibró firme en la constancia
de florecer en el arte
donde quedó un estandarte
esparciendo su fragancia.
Su voz vencerá al olvido
por que en todo corazón
sin importar la razón
quedó su estilo prendido.
Perdurará en el latido
de la estrella amanecida
que veló su corta vida
designada para el cielo
donde descansa su anhelo
junto a la Paz merecida.
Esta flor a su memoria
se mantendrá fresca y pura,
por la bondad y la altura
que tuvo su trayectoria.
En tanto asoma a la gloria
con una décima acuerdo
que mi verso fluya lerdo
por que no quiero admitir
que haya debido partir
para volverse recuerdo.
Autor(es): Norma Montenegro, Osvaldo Estrella