Me quedé con las ganas
Me sentí desmayar,
al calor de tus besos,
y logré reaccionar
cuando estaba rendida.
Cuando a veces tu piel
se ha pegado a la mía.
Y te dejé partir
Y te deje partir
Y te deje partir...
Me quedé con las ganas de amarte,
de quedarme en tu cuerpo, quedarme.
Abrazarme a tu piel que me quema
y morirme de amor en la hoguera.
Me quedé con las ganas de un cielo
donde pueda gritar: ¡Que te quiero!
Esperar... esperar la mañana
y que el sol me despierte en tu almohada.
Ahora vienes a mí,
muy alegre y sonriente
a decirme que tú,
tienes sangre caliente.
Que una nueva pasión
te ha encendido la vida.
¡Ay! Qué tonta fui.
¡Ay! Qué tonta fui.
Al dejarte partir…
Autor(es): Oscar Fresedo