Un partido al truco
Acepto la convidada
y alístese para el truco,
que no le temo al trabuco
de su ciencia, en la jugada.
Me afirmaré en la cinchada
frenando su bellaqueo,
y amague, si es su deseo,
que está barajado el mazo,
y hay mucho rollo en mi lazo
para tumbarle el floreo.
Si mal no recuerdo, me "envidó",
pero, ¿está ciego?... ¿No miró
que tengo en mi ojal prendida
una "flor" muy bien venida?
Si la ganancia está en los tantos
Paisano, ¿por qué se ataja?
¿No ve?... Ya se fue a baraja
y le entró como un temblor...
Ve al naipe, compañero,
y aguante mi azote...
Atájese ese "bote"
si gusta, con un "quiero"
mandado de rebote.
Pero que no lo asusten
los dientes del "cuco",
que van mordiendo un truco
sin darle tiempo a su trabuco,
que tiene fama de llovedor...
Otra vez gritó "¡no quiero!"
el gallo provocador
que se dijo emperador
de todos los reñideros.
Otra vez le hundí en el cuero
bien hondo mis espolones...
Prepárese los alones
que caerá sobre la lona
y será un rey sin corona
que ha perdido sus blasones.
Me gusta que volvió a "envidar"
"¡Envido!" también se gritar.
Su "quiero" ha quedado mocho;
como usted tengo "veintiocho"...
Si van parejos los "envidos"
ya que las cartas dio, paisano,
por ley de juego siendo mano,
van los tantos para mí.
Ya está cortado el mazo
y ahora va el resto...
Lo tengo del cabresto
y he de marcar el paso
aunque haga malos gestos...
"Envido", "Real envido"...
Lo veo muy ñato;
le canto: "Falta envido",
con "treinta y tres" lo dejo chato
y ya su trono se derrumbó.
Autor(es): Francisco Brancatti, Francisco Romano