Adiós corazón
Adiós corazón...
te decían los muchachos.
Adiós corazón...
aquel día dije yo.
Y comenzaste a sonreir
porque la frase te agradó
y por las calles te seguí
diciendo así, con emoción:
Adiós corazón...
si usted quiere conversamos;
soñé con su amor...
quiero ver qué hay de verdad.
Y mi presencia te turbó:
quedaste casi sin hablar
cuando dijiste con tu adiós:
¡Hasta mañana, corazón!
Adiós corazón...
de tu mano va otra mano.
Adiós corazón...
quién pudiera ser tu amor.
¡Que nunca tengas que llorar!
¡Que no conozcas el dolor!
Y que en tus ojos, el amor,
viva radiante como hoy.
Adiós corazón...
si usted quiere conversamos;
soñé con su amor...
quiero ver qué hay de verdad.
Y mi presencia te turbó:
quedaste casi sin hablar
cuando dijiste con tu adiós:
¡Hasta mañana, corazón!
Autor(es): Héctor Sapelli, Lalo Etchegoncelay