Uno y uno


Hace rato que te juno
que sos un gil a la gurda,
pretencioso cuando curda,
engrupido y charlatán.
Se te dio vuelta la taba,
hoy andás hecho un andrajo;
has descendido tan bajo
que ni bolilla te dan.

¿Qué quedó de aquel jailefe
que en el juego del amor
decía siempre: "Mucha efe
me tengo pa' tayador"?
¿Dónde están aquellos briyos
y de vento aquel pacoy,
que disqueabas, poligriyo,
con las minas del convoy?

¿Y esos jetras tan costosos,
funyi y tarros de un color,
que de puro espamentoso
los tenías al por mayor?
¿Y esas grelas que engrupido
te tenían con su amor?
¿No manyás que vos has sido
un mishé de lo mejor?

Se acabaron esos saques
de cincuenta ganadores;
ya no hay tarros de colores
ni almuerzos en el Julien.
Ya no hay paddock en las carreras,
y hoy, si no te ve ninguno,
te acoplás con uno y uno...
¡Qué distinto era tu tren!


Autor(es): Lorenzo Traverso, Julio Pollero