Mamita (Flor de angustia)


El barrio desolado dormita silencioso
y todo está tan triste que infunde hondo pesar
y allá en el conventillo por el tejar ruinoso
la lluvia una gotera va abriendo en un hogar.
Hay una enferma en cama que se retuerce y tose,
la rubia más bonita que en todo el barrio vi,
y en tanto que la madre dolientemente cose
aquella flor de augustia temblando le habla así:

¡Mamita!
Esta noche ya no viene...
¿quién será que lo entretiene
o me roba su pasión?
¡Mamita!
El no verlo es mi tormento
y en mi cruel angustia siento
que me falla el corazón.

La madre conmovida brindándole un consuelo
besó su frente mustia y llena de ansiedad,
en nombre de la enferma rogole al rey del cielo
por la vuelta del novio y su felicidad.
¡Fue inútil su plegaria! Por el dolor vencida
en brazos de la muerte la rubia se durmió,
y mientras el malvado que desfloró su vida
aquella misma noche con otra se casó...


Autor(es): Francisco Bohigas, Ángel Danesi